Chispa Project, Honduras
En lo alto de las montañas, cerca de la frontera entre Honduras y Guatemala, la escuela primaria César A. Cueva honra con orgullo el legado del pueblo maya chortí. Allí, 13 docentes —incluso quienes no pertenecen a la comunidad— se esfuerzan por aprender palabras en chortí y transmitirlas a sus estudiantes, preservando así su lengua y cultura ancestral.

Reconociendo ese compromiso excepcional, Proyecto Chispa se unió a esta comunidad educativa en marzo para instalar su primera biblioteca escolar, marcando un antes y un después: por primera vez, los niños y niñas tienen acceso a libros infantiles.
Para celebrarlo, se organizó una feria del libro, donde los estudiantes exploraron historias a través de estaciones interactivas: dramatizaron cuentos con marionetas hechas a mano, realizaron experimentos científicos inspirados en lecturas, jugaron con secuencias narrativas y hasta experimentaron la «nieve» mientras leían sobre pingüinos.

Desde entonces, la magia de la lectura ha transformado a la escuela. El Día de Biblioteca, celebrado cada lunes, se ha convertido en su día favorito, especialmente para los de tercer grado, que no han faltado ni una sola vez.
Algunos han descubierto nuevas pasiones: los cuentos de hadas, los dinosaurios o los autos. Para conmemorar el Día del Idioma, los más pequeños crearon 29 historias originales a partir de libros e ilustraciones.
Su maestra nota el cambio: los niños están más seguros, expresivos y entusiastas por aprender. La biblioteca ha sido la chispa que encendió su curiosidad y confianza.
En la escuela César A. Cueva, una biblioteca no es solo un cuarto lleno de libros. Es un espacio que transforma vidas, refuerza identidades y demuestra que, como cree Proyecto Chispa: Los libros pueden cambiar la historia.